viernes, 8 de agosto de 2008

Una vieja historia...

"Solo tomare mi fiel guitarra, una vieja chaqueta de cuero y mis botas gastadas, no necesito más..." Solo sabremos hasta donde llegaremos si nos arriesgamos a empezar a caminar.

... Desperté aquel día con la convicción de no pasar un día más en este lugar, después de mucho tiempo meditándolo, aquella mañana todo estaba claro para mí, debía salir de ese lugar, así que no perdí tiempo y empecé a empacar todo que necesitaría para mi tan ardua odisea en busca de lo jamás encontrado, cuchillos, algunos cerillos, 4 cajas de cigarrillos, todo el dinero que hasta ese momento había logrado juntar, unas cuantas latas de atún y galletas para sosegar el hambre.

De repente entraste tú desde la habitación contigua y me abrazaste por detrás, zurraste a mi oído - ¿Qué haces mi amor? – intente ignorarte y seguir con mi labor, pero tus susurros se fueron haciendo cada vez más y más fuertes hasta que tomaste mi morral, ya listo, y lo alejaste de mi, luego me recriminaste la razón por la cual eras ignorada me tomaste del cuello de la camisa y vociferaste - ¡¿Qué demonios te sucede?! ¡¿acaso no te das cuenta que estoy hablando?! ¡¿Por qué no me respondes?! ¡¿Por qué evitas mi mirada?! – yo solo atine a voltear la cabeza esquivando tus hermosos ojos, no por cobardía si no por que a decir verdad no tenia ninguna escusa lógica para lo que estaba haciendo… solo seguía mis instintos.

Paso un momento para que entendieras la gravedad de la situación, me soltaste, y empezaste a caminar por la habitación como un tigre enjaulado, yo mantuve el silencio, hasta que sentí que te sentabas a mi lado, por un par de minutos el silencio se adueño de la habitación, parecía consumir nuestras vidas poco a poco, de pronto sentí tu dedos deslizarse por mi brazo y tus labios besar mi hombro, yo… inmutable, hasta que con tu dulce voz casi susurraste - ¿me cuentas que te sucede por favor? solo quiero que estés bien. Yo levante la mirada y dije -¿en verdad solo quieres que este bien? – claro que si, solo quiero que seas feliz – contestaste con ternura, fue en ese momento cuando decidí revelarte mi plan, nunca lo medite antes – me voy… no sé a donde ni en busca de que, solo sé que no puedo estar aquí un minuto más – tu rostro de consternación al oír esto es algo que nunca pude olvidar; me miraste pasmada tratando de asimilar lo que acababa de decir y solo atinaste a decir con voz temblorosa - ¿Po… por… por qué? – me puse de pie y avance hacia la puerta de la habitación mientras tú me contemplabas consternada desde la cama, Suspire y sin voltear para no verte dije:

A veces quisiera huir de mi mismo,
la irrealidad de mi mente es más dolorosa
que la realidad del presente
y las guerras ganadas son aplacadas por el temor
de ilusorias derrotas

debo salir de aquí, iré a algún lugar
donde finalmente pueda alzar vuelo,
me retiro en busca de la pasión
para lograr encontrar nuevamente un refugio a mi corazón

solo tomare mi fiel guitarra
una vieja chaqueta de cuero y
mis botas gastadas, no necesito más
pues voy en busca de una pasión original

me arte de las barreras del estilo y la formalidad
me voy para ser transparente, puro en verdad,
te debo de advertir que a mi lado no encontraras felicidad
pues tan solo causo el mal, pero,
si me decides amar y puedes esperar
te prometo dejarme llevar, entregarme a tus brazos
y con tus labios delirar cada noche en el mar

el momento ha llegado ya, te ruego dejes de llorar
pues tus lágrimas no me retendrán más en este lugar,
¡solo quiero irme y ya!
no prolongues más este dolor,
entiende que para mí esto es lo mejor
adiós rutina y formalidad las dejo atrás
hola simpleza y felicidad nuestro momento a llegado ya.

Sonreí; me di la vuelta para ver tus ojos llenos de lágrimas por ultima vez, tu llanto lleno de nostalgia por ver las historias vividas huir por aquella puerta que aun día lejano me permitió entrar; me acerque lentamente a ti, seque tus lágrimas con mis dedos y quise contemplarte una vez más, quería llevarme ese momento como tu único recuerdo, me acerque aun más para darte un beso en la frente, y luego, me di media vuelta tome mi morral y empecé a caminar…

1 comentario:

Jorge Aramburú Esponda dijo...

"mis botas gastadas, no necesito más"

Entiendo perfectamente lo que quieres decir, a veces, es así.